Desde julio de 2022 algún personal del IMSS sabía que al menos 33 guarderías en 19 Estados de la República no continuarían dando servicio iniciando el año 2023.
Como parte de su programa implícito de sustitución de guarderías viejas por guarderías nuevas (1), se buscaron las razones para que las guarderías en cuestión no abrieran más.
Las primeras 7 guarderías cerraron en la segunda mitad de 2022 y las restantes 26 los primeros días de 2023, y aunque el IMSS ya lo había decidido, comenzó a notificar a sus usuarios en la primera semana de diciembre de 2022. Se les hizo gastar mucho dinero , sobre todo en adecuaciones físicas, para algo que en el IMSS sabían que no tenía ningún propósito.
En mis publicaciones, no falta quien me comenta: “diles la verdad: los culpables son los dueños de las guarderías que no hicieron las adaptaciones, es su culpa”, y bueno, los entiendo desde su prepotencia en la que se sienten intocables. Pero es en parte cierto.
Y también es cierto que nadie está obligado a lo imposible, pero en el IMSS creen que sí y de pronto ven cosas que durante 20 años no vieron. Lo deshonesto es saber que no quieren a esas guarderías y hacerles creer que sí. Ellos lo sabían y en algunos casos las mismas delegaciones (como áreas requirientes) no solicitaron la partida, pero solicitaron partida para “nuevos” competidores. Se les hizo gastar mucho dinero , sobre todo en adecuaciones físicas, para algo que en el IMSS sabían que no tenía ningún propósito.
“Vamos a ir integrando sus expedientes”
En el primer trimestre de 2022 , las delegaciones del IMSS comenzaron a pedir a las guarderías a las que les tocaba “renovar contratos” (mediante licitación) sus documentos técnicos, legales y financieros para ir “integrando expedientes”. La verdad es que el IMSS pide eso de forma poco apegada a la ética, aunque está legalmente facultado. De forma capciosa, muy al estilo de quien defiende su puesto burocrático, dijeron que era para ir integrando los expedientes con fines a la renovación, aunque realmente esos documentos se deberían integrar a las propuestas que se suben a COMPRANET de todas formas.
¿Para qué lo pidieron? y para qué lo seguirán pidiendo a los que renuevan a finales de 2023?, bueno, es para “cuadrar” la continuidad o discontinuidad del servicio a nivel administrativo. Dicho de otra forma: justificar quiénes sí seguirán, quiénes tal vez, y quiénes no.
Los que sí, recibirán apapacho, asesoría y tiempo para reformas y adecuaciones.
Los que “tal vez” serán presionados mediante supervisiones, visitas de apoyo técnico y mucho chantaje.
Los que no, como ha ocurrido, serán desgastados en una curva de estrés y gasto intenso durante algunos meses, hasta que poco antes de que se publique la licitación se les insinúe (porque legalmente no les pueden notificar) que su guardería no cumple y que no habrá continuidad en el servicio. Piensen: si les van a decir que no, ¿entonces para que hacer la puesta en escena de la licitación?
Las que están en “tal vez” verán reducida su capacidad instalada, serán cuestionadas sus propuestas técnicas por nimiedades que van desde “tu plano no está en el formato adecuado”, “hay un día de diferencia en la fecha de tal o cual documento”, entre otros. Esto aumenta el suspenso y debilita la capacidad de gestión de los licitantes. Al menos 45 guarderías en el país estarán en eso en las siguientes semanas. Y eso que contrataron asesores y gestores para sus licitaciones, para que al final a todas les dieron el mismo trato. Solamente entre el 25 y 35% de las propuestas “pasaron” en la primera ronda.
Y hay quienes quieren entrar al negocio...
Una de las primeras cosas que tenemos que recordar es que el IMSS habla de falta de continuidad operativa en el servicio , y no se trata de un eufemismo: es así, las guarderías pierden el contrato y en teoría pueden seguir operando con quienes deseen , ofreciendo sus servicios a otras personas; pero no a los asegurados del IMSS. Pocas, o ninguna guardería pensó en continuar con su oferta de servicios a nivel particular porque lo que tenían con el IMSS era una clientela segura a un precio fijo; irse a competir por clientela no resulta fácil.
De hecho el flujo va en sentido contrario: decenas de instituciones que durante años han atendido a niños mediante servicio particular ofrecido a población abierta, ahora se interesan por obtener contratos con el IMSS. La pandemia terminó de mostrarles lo frágil que puede ser tener instalaciones costosas y personal contratado que de la noche a la mañana pueden resultar una carga cuando los niños no van a los centros escolares.
El que no se quieran ver los hechos no quiere decir que no se produzcan, al final la negación es el primer síntoma: al tiempo que en el IMSS decidían cerrar guarderías, estaban abriendo partidas y hasta adjudicaciones directas a nuevos prestadores del servicio en las mismas delegaciones donde se cerrarían las guarderías. Esto es, buscar el reemplazo antes de que se vayan las anteriores.
Delegaciones donde sus Jefaturas de Seguridad en el Trabajo y Prestaciones Económicas y Sociales dicen que sus guarderías no cumplen o no hay demanda de sus servicios, son donde las mismas jefaturas de guarderías promueven intensamente que los elegidos prestadores ya existentes liciten nuevas guarderías o donde facilitan y convencen la participación de empresas grandes que ya estaban en el ramo de la educación.
Nadie se atreve a exponer estos movimientos desaseados porque los afectados directamente quedan muy debilitados y porque los beneficiados no se quejan de lo que les beneficia (obvio). Pero los funcionarios de medio nivel del IMSS que se han involucrado en esto han dejado muchos rastros, difíciles de borrar. Al tiempo.
Cui Bono
Los beneficiados no se quejan de los cambios, están felices abriendo guarderías y poniendo a "trabajar" dinero que en el IMSS no les preocupa de dónde viene. ¿Quieren saber de dónde sale el dinero para comprar guarderías o abrir nuevas? , nadie quiere saber, es mejor no tener problemas. Ni el IMSS quiere saber.
El director general está ocupado en seguir pagando con el dinero de las cuotas obrero patronales el IMSS Bienestar (1) , una de las más grandes obras de ingeniería financiera de todos los tiempos (2) y los procesos de licitación son el divertimento de los niveles medios y bajos de la burocracia del IMSS:
1) Concentración de guarderías en menos manos: todos saben que hay Estados donde hasta el 50% de las guarderías pertenecen directa o indirectamente a unos pocos dueños. Como todo en la 4T, es un cambio de manos: salen unos y entran otros. ¿Alguien se quejará y acusará deslealtad o prácticas contrarias a la libre competencia? , ¡obvio no!, Cui bono , no pueden ocultar a los beneficiados (3). Hay otros Estados donde es menor, pero en el 90% de los Estados existe esta tendencia a la concentración.
2) Fracaso en la reducción del precio del servicio. La motivación legal y económica para hacer procesos de licitación es buscar mejores condiciones para el gobierno, pero alguien se da cuenta de que los “descuentos” que todos ofrecen en su propuesta económica son del 0.01%, ofreciendo cuota de $4,751.40. Esto justifica en los hechos un control artificial de precios, en este caso de la cuota por niño, que debilitará a las guarderías, incluso a las nuevas. (1). Ya todos saben de cuánto será el aumento de la cuota estándar para el año 2023.
3) Estancamiento de la cobertura real. El IMSS no tiene sus guarderías llenas y de hecho tiene un “tope” presupuestal, al que llama administrativamente “meta anual programada” (1) donde solamente se propone gastar una parte del presupuesto. O sea, sabe que nunca se va a gastar ni el 80% de su presupuesto, porque hay lugares vacíos y los seguirá habiendo conforme abra más guarderías.
¿Al IMSS le importan las personas involucradas?
Híjole, me da un poco de ternura la ingenuidad con la que abordan estos temas algunos dueños de guarderías, pensando que al IMSS le importan sus asegurados , el personal y a la gente que les ayudó a dar el servicio por años. La verdad es que no les importa. No importa cuánto el Presidente hable del pueblo y bla bla bla.
Nos les importan sus asegurados porque uno de los primeros datos que revisan cuando van a rescindir o a no dar continuidad a un contrato son los lugares disponibles en las guarderías cercanas o aledañas.
No les importa el personal de las guarderías porque, como suelen decir en los departamentos de guarderías: “debieron guardar dinero, son su personal, no personal del Instituto”, aparte, una pregunta interesante: ¿cuánto del personal que renuncia en una guardería busca trabajo en otra? ¿qué parte de la gente decide NO volver a trabajar en una guardería? (1) El hostigamiento de la carga normativa y de la mala implementación del empoderamiento para la detección de maltrato o medir la calidad del servicio ha dejado consecuencias tremendas en las guarderías.
Y no les importan los prestadores del servicio porque, al final, tiempo atrás ya les habían buscado reemplazo, ya son hechos consumados.
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NOTAS
(1) En mis siguientes artículos iré publicando datos precisos, fuentes, documentos y extractos del informe ANUARIO que he preparado , en el que hago un recuento sustentado del modelo de nogocio, y donde hablo de los planes del IMSS en el nivel normativo, incluso a nivel de política nacional. Este Anuario estará a la venta digital el 1 de enero de 2023 en mi página web. Análisis de los presupuestos de Egresos de la Federación, de los Informes al Ejecutivo Federal. Datos del IMSS sobre la propiedad y participaciónd e particuales en sus guarderías. Objetivo real de la carga normativa, la agenda 2030 y el progresismo de izquierda. El legado de Zoe Robledo antes de su aventura de finales de 2023. Cambios demográficos y culturales. Las guarderíasd hacia 2030.
(2) En el Anuario explico y sustento con los análisis presupuestales, la forma en que el IMSS financia la seguridad social universal para los no asegurados…con el dinero de las empresas y los asegurados, y cómo las guarderías siguen en la lista para 2024 en adelante.
(3) Cui bono: ¿a quién beneficia?.
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