Críticas por la re apertura de guarderías.
Hace unos días, le pregunté personalmente a un alto funcionario del IMSS acerca de cuándo se reiniciarían labores en las guarderías y me contestó, palabras más, palabras menos: "depende, de si gana la medicina o la política". Se refería a que había motivos políticos y económicos que pedían abrir o no abrir, y por el otro lado las consideraciones puramente médicas. Ahora sabemos que ganó la política.
El IMSS tomó una decisión apresurada de forma y de fondo. Es apresurada en su forma porque en el mejor estilo del "factor sorpresa", se comienza a difundir el rumor y los avisos extraoficiales para después hacer los avisos oficiales, con muy pocos días de anticipación. En ese lapso se desata la "rumorología" y la histeria.
Ha sido apresurada en su fondo, porque estamos en semáforo epidemiológico naranja y en algunos casos en semáforo rojo. Aquí falta ver qué piensan los gobernadores de algunos estados en los próximos días, porque se puede revertir la orden del IMSS a través de decretos estatales. Y también el IMSS puede reconsiderar su decisión...
Pero, aún en el caso de que la decisión de abrir fuera tomada hace semanas, no parece mostrar mucho respeto por quienes operan el servicio, ni siquiera por el personal institucional en los Órganos Desconcentrados (delegaciones). Estos funcionarios han permanecido en alerta y trabajando durante los pasados tres meses. También hay gente en las guarderías que jamás guardó la sana distancia ni el confinamiento , y no dejó de trabajar porque siguieron requiriendo documentos y controles durante todo este tiempo. Que le pregunten a las directoras a las que les pedían algo a las 3 de la tarde , con plazo de entrega urgente a las 6 de la tarde...¡demencial!.
Y se desató una ola de críticas, sobre todo en internet (1), acerca de una decisión tomada en la política y que parece que no tomó en cuenta sus implicaciones de corto y largo plazo. Si ha sido acertada o no, parece difícil averiguarlo algún día.
Algunas de esas críticas, acusan a los prestadores del servicio de querer abrir las guarderías por razones económicas, cuando en realidad serán afectados por esta decisión: trabajarán con costos al 150% (insumos, equipos, incapacidades del personal, rentas, servicios en el verano...) y con asistencia de niños, en el mejor de los casos, de 50%. Y no solamente eso, han visto erosionado su población infantil sin poder hacer nada para inscribir más niños. Podemos agregar el riesgo de que ante un brote, se cierre una sala o toda la guardería y no se les paguen los servicios prestados.
Para las empresas que operan las guarderías, el "día después de mañana" comienza el 7 de julio, cuando actualicen el SIAG y se percaten de lo que les quedó. Además, les han avisado con unos cuantos días de anticipación, y dije bien: "a-v-i-s-a-d-o" , haciéndolos firmar una carta responsiva, de puño y letra, donde se comprometen (literal) como personas físicas y morales.
Otras críticas dicen que las trabajadoras de las guarderías ya "descansaron lo suficiente" y son ellas las que no quieren regresar a trabajar. Hay de todo: gente que ahora dice que está enferma (sin demostrarlo) y que no quiere regresar; gente que está enferma y no lo sabe o no lo dice. Acosadores en redes sociales que desde el anonimato han estado "denunciando" a las empresas que les dan empleo, por pagarles menos o por citarlas a hacer limpieza, pero que nunca denunciaron formalmente.
También hay críticas de quienes dicen que las madres que requieren el servicio ya "no saben qué hacer con sus hijos" y quieren ir a botarlos a la guardería para quedarse en su casa a holgazanear. Todas esas críticas van aderezadas con la discriminación y el lenguaje violento: "quieren que les cuidemos a sus bendiciones" , "¿para qué los tuvieron?" , "y si algo les pasa nos van a echar la culpa..."
Otras personas, critican que las guarderías, supuestamente, escatiman con las medidas higiénicas, con gastos e inversiones extra y que eso pone en riesgo a los niños, o que sea una irresponsabilidad el abrirlas en semáforo naranja, ya que si las guarderías "son incapaces de controlar un brote de pediculosis, mucho menos podrán contra el COVID"...Es triste ver tanto menosprecio por las guarderías.
Otro tipo de críticas: "Desconfían de las guarderías pero llevan a sus hijos a que los cuiden en la casa de un familiar donde entran y salen con el contagio, y donde las madres o padres al regresar a su casa vienen de la calle, sin tomar medidas de sanitización que en la guardería sí se toman" (1)
Hace unas semanas dije que lo que se venía era el segundo gran cambio en el sistema de guarderías desde lo que se produjo lo de la guardería ABC, y creo que me quedé corto. El alcance y volumen de estos cambios puede ser más profundo. Se han abierto cuatro grietas: entre trabajadores , empresarios, IMSS y usuarios:
El IMSS mostró su temor y su fragilidad financiera e institucional -veremos el informe a la Asamblea General y la propuesta de presupuesto en agosto-, también nos mostró sus inseguridades al tener que enviar órdenes temerosas y erráticas, disfrazadas de imposiciones, con pocos días de anticipación para que se cumplan.
Los trabajadores dijeron, hicieron y condicionan, falta que se unan.
Los usuarios opinaron, criticaron, temieron y vieron que se vive con o sin guarderías, al tiempo que cuidan su propio empleo y salud.
Y los empresarios, bueno, ellos tienen su capital invertido en un terreno altamente volátil.
Hay dos decisiones que podemos tomar:
La primera y más inmediata es que cada padre o madre puede llevar o no llevar a su hijo a la guardería y podrá conservar su lugar, así que los derechos quedan en la libertad de quien quiera ejercerlos, y los trabajadores enfermos y con diagnósticos documentados podrán evitar trabajar hasta que el semáforo esté en verde.
La segunda decisión implica observar, reflexionar, analizar. Leí un comentario en internet que decía: "ya solucionaron el problema, ya vieron que pueden vivir sin guarderías, ahora: quédense con sus niños en casa". Así que quien decida no ver que se avecina un cambio social, económico y cultural nunca antes visto en poco tiempo, quedará fuera de él.
Me hago cargo de mis críticas sobre la forma en que el IMSS comunica sus decisiones, pero reconozco que ellos tenían que decidir, y lo hicieron. Leo entre líneas que en la alta dirección del Instituto sí visualizan el riesgo, inminente, al que nos acercamos: una crisis económica, médica y social de grandes proporciones.
(1) En el conglomerado de datos en internet,con las herramientas "Analytics" (D.R. de Google) y Facebook for Bussines (D.R.) , pudimos ver las tendencias en palabras y temas tanto en scrolling (redes sociales) como en búsquedas (searching) . Eso nos permitió tener un seguimiento y explorar el entorno psicográfico de la gente interesada en estos temas. Por ejemplo, hubo cerca de un 250 mil entradas a Google con la pregunta: "¿Cuándo abrirán las guarderías?" , mientras que hubo, solamente el viernes 3 de julio, 27,890 interacciones a temas relativos al reinicio de labores en guarderías tan solo en una red social (FB).
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